Aulas alternativas

A estas alturas ya todos hemos oído la frase de "... si viene un cirujano del siglo XIX a nuestros días y se mete en un quirófano no sabe qué hacer, en cambio si viene un maestro del siglo XIX, lo tiene casi todo igual" (salvo por el respeto a los profes, que lo pongo aquí porque la frase se presta mucho a ello). Bueno, no creo que la comparación sea tan trivial, pero sí que creo que hay que motivar a los alumnos y eso puede estar en nuestras manos. La sensación de intentar enseñar Matemáticas (ecuaciones, geometría, etc) a unos alumnos cansados de lo mismo, que no conectan con lo que tú quieres transmitir y a los que no se les contagia tu pasión por la asignatura, deja un muy mal sabor de boca y te hace sentir mal. Uno se siente incapaz y puede que desfasado y eso es una realidad. La pizarra y la tiza y los libros de texto convencionales, pueden encontrar cabida en nuestra era digital u online, pero como refuerzo y no como instrumentos principales. Y cuando los ves y te ves, decides que tienes que buscar alternativas y ya vemos que las hay, que hay recursos, las nuevas tecnologías abren otro camino y entonces pienso que tengo que formarme, mirar, buscar, renovarme y aprender mejor para enseñar de otra manera. Y en esas estamos. Espero que toda esta teoría me sirva para que cuando me ponga de nuevo delante de la pizarra sepa enganchar como a mí me engancharon. Lo que tengo claro es que a los niños les va a atraer más trabajar con los tablet y los ordenadores, que con la pizarra y la tiza, y este es ya un buen punto de partida. Como muestra Ariño.